EL CURSUS HONORUM

El cursus honorum, carrera de los honores romana, establecía cada una de las magistraturas que se debían escalar peldaño a peldaño, desde la cuestura hasta el consulado. Era una estructura rígida que debía seguirse escrupulosamente, aunque al final de la República fue intoxicada por la corrupción de las costumbres.

Las magistraturas romanas eran colegiadas con el fin de equilibrar el poder e impedir que se acumulara en manos de una sola persona. No se establecía retribución alguna, pero los beneficios económicos eran importantes.

La carrera se articulaba de la siguiente forma:

• Cuestores. Eran los encargados de fiscalizar las cuentas públicas, como nuestros modernos auditores.
• Ediles. Eran los "alcaldes" de Roma, encargados de la planificación urbana, las fiestas, los juegos, el reparto gratuito de trigo...Había cuatro ediles, dos curules ( con rango senatorial ) y dos plebeyos. La duración del cargo era de un año. César cue elegido edil curul el año 65 a.C. Hoy se llama a nuestro alcaldes primeros ediles.
• Pretores. Eran los encargados de presidir los Tribunales de Roma y su mandato también tenía la duración de un año. Había ocho pretores y cada uno solía tener a su cargo un tribunal específico. Tras expirar su mandato anual podían convertirse en propretores y se les designaban territorios para que los gobernaran durante un año. César fue elegido pretor el año 62 a.C. y ejerció como propretor el año 61 a.C.
• Cónsules. El Consulado era la más alta magistratura de Roma y la aspiración de los patricios. Había dos cónsules que se elegían en comicios anuales. En tiempos de César los plebeyos podían acceder también al consulado. Su mandato tenía la duración de un año y eran los "jefes de estado" romanos, los encargados de presidir las sesiones del Senado, de presentar las Leyes y los jefes supremos del ejército. El consul con mayor número de votos era el consul senior y el segundo el consul iunior, pero se turnaban en el ejercicio del poder diariamente. Tras expirar su mandato podían convertirse en procónsules y se les adjudicaba una provincia para que la gobernaran durante un año, prorrogable por el Senado. Originariamente un ex-cónsul no podía volver a presentarse a las elecciones hasta transcurridos diez años de su anterior consulado. Además la Ley determianaba que no se podía acceder al consulado si el candidato no había cumplido cuarenta y dos años. César fue elegido cónsul senior el año 59 a.C., y ejerció como procónsul del año 58 al 49 a.C. El año 49 a.C. fue elegido de nuevo cónsul senior.